Desde que el cliente pone a la venta la colección de cromos de sus jugadores, el álbum es disfrutado por muchas personas. Un espacio publicitario en este producto produce un gran número de impactos.
Comienza con el intercambio entre los propios jugadores. El álbum se abre muchas veces, cada vez que se pega un cromo (de media unos 200 minutos). Cuando la colección se completa se convierte en un tesoro que se enseña con orgullo y se guarda con cariño para toda la vida. Padres y familiares desempeñan un papel fundamental a la hora de difundir el producto y, por tanto, la publicidad que en él se encuentra. No hay mayor orgullo para unos padres que tener a su hijo en un cromo como si fueran sus ídolos. Son las ventajas de ofrecer un producto distinto e innovador.
Además, con el paso de los años, este producto mantiene el interés y la visibilidad. Es un material de constante consulta y de gran valor. Con el paso del tiempo el álbum va aumentando su valor sentimental y, con ello, la utilidad de las inserciones publicitarias que en él se encuentran. El recuerdo es uno de los valores más significativos de la publicidad y de nuestro producto.